El navegante

Tu barco toco tierra en la madrugada
y salimos todos a recibirte
trajimos musica, flores, aire fresco
-Bienvenido a nuestra tierra, hermano,
ven, reposa de tu viaje, regocijate!
entre nosotros podras ser tu mismo
y creceras, amaras y brotara la semilla
que llevas entre las manos.
Abrigamos tu cuerpo con las telas mas finas
servimos en tu plato banquetes y vino
vestimos nuestros mejores trajes para honrar tu llegada
y extendimos nuestro abrazo hacia ti
-Bienvenido a casa- repetimos.
y tu no nos escuchaste.
En tus ojos, el oceano asfixiaba
temblaba tu cuerpo augurando tormenta
y tus pies se aferraban a la madera vieja.
-Estas a salvo, no habra naufragio.
Ahora mira al cielo despejado
y unete a nosotros
y cantale a la vida.
Calma las olas internas
con tu voz.
Haznos mas sabios
con tu historia.