los silencios alumbran
se desploman
en nuestra mortalidad.
al pronunciarlos
nos creemos dioses.
hago un nido al reves
con los mios
para ensordecerte
cuando vuelvas.
infinito, el amor
como lo que callas.
II
Mis anteojos
y yo
contando estrellas
tus notas desparramadas en el aire
marcando la ruta
de regreso a casa.
hilera de cuellos cansados
amor de marinero
siempre diciendo adios
asi, simplemente andante.
no a las despedidas.
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