Dos viajeros y...

¿ Puedes oí rla?
La soberbia carcajada del fantasma
el golpe contra los charcos de su voz oscura y vana
resuena cual gemido de triste golondrina en mi ventana.
Ló brega se derrama sobre la muchedumbre
hipnó tica respiració n en el viento suspendida
el fantasma por debajo de la puerta se desplaza.
No hay ritmo ni musica ni luz que le descubra
su manta que congela se adhiere a nuestras frentes
nublando la visió n se adueñ a de la calma.
Puedes sentir su lá nguida silueta acercarse?
de cuerpo en cuerpo enmascarado
se observa en las miradas
su marcha desigual desdibuja las huellas
del sol que no hace mucho abandonaba el cielo
Imita nuestra forma y nuestro canto
se mece al compaz de nuestro latido afanado
¿ Percibes su presencia, la historia que hecha polvo
se arranca de los libros del tiempo?
El fantasma y el filo de su espada
sobre la arena pá lida trazando van sus penas
midiendo los anhelos de los que ahora duermen
apostando las dichas que llegará n mañ ana
y criticando, siempre criticando el desperdicio
de otra hora que de nuestras manos se resbala.
¿ Puedes oirla?
La melancó lica pronunciació n de cada letra
el detalle iró nico en sus oraciones
que al materializarse caen y se hacen piedra
atravezadas en el camino nunca seran escuchadas
las palabras grises que su dolor reclaman
Toma mi mano
no permitas que te asuste
cierra los ojos para que no los vea
que tus pupilas no reflejen su ausencia de belleza
dejalo que se sumerja tristemente en los mios
y se pregunte el porqué del calor en mi alma
¿ Qué aviva mi canto en su presencia?
No le digas que es tu amor
que é l no entiende
A su carcajada sorda inutilmente le vendran
las notas dulces de tu voz que sana.