Presiento que tendras el rostro triste
los zapatos cansados de brincar los charcos
y sera invierno sin importar el dia
ya no me gustara tu perfume.
Llegaste un dia no adivinado
dijiste que con tus lagrimas podrias salvarnos a todos
te extraviaste entre las formas de los ladrillos
los ladridos de los perros, los pisos de madera, las escaleras..
se te olvida que nosotros
los no rescatados
nos quedabamos esperando inutilmente.
Presiento que fue en vano la esperanza.
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