Cuando me convierta
en una muertíca
no me condenes a la claustrofobia
yo no quiero ser de carne y hueso podrido
una parte areticos tallados en orejas de aborigenes
la porción nutritiva, engordando gusanos.
No quiero que arrojen mis cenizas al mar...
Poseidón y yo tenemos cuentas pendientes!
y el espíritu a dónde va?
De ser agua
acaso desistiria de evaporarme
de ser fuego
correria el riesgo de nunca extinguirme
de ser tierra
llegarian a conquistarme
de ser viento...
quien escucha, quien inhala, a quien asfixio?
de ser astro perseguiria la sombra con mis ojos
pero a los astros ya nadie les cree.
Cuando ya no quede más de mi
en esta dimensión tan obstinada
tan obsesionada por la gravedad
tan sometida a la neblina...
arquitecto,
permite que no deambule por ahí, nostálgica
nada de resucitaciones a los tres dias, ni apariciones,
nada de angel, nada de fantasma
nada de ceniza, nada de barro, nada de recuerdo
nada de canción, nada de reencarnar,
nada de karma por remendar,
nada de profeta, nada de dinosaurio,
nada de sarcófago, ni libro, ni homenaje,
nada de miembro en coleccion de botellas con agua,
nada de arbol, ni lobo, ni esfinge,
nada de elemento natural, nada de clon futurista,
nada de estatua, nada de paloma, nada de heroe,
nada de invocada por los vivos, nada de llorada en las orillas,
nada de limbo, nada de nada.
Que cuando merezca por fin la despedida
suceda una desmemoria colectiva, una minúscula catástrofe global
que los distraiga a todos mientras huyo por la puerta de atrás
dejando las ollas prendidas, el arroz ahumandose,
la cama aún tendida, la lámpara prendida,
el libro sin terminar,
el vino sin beber.
Cuando me convierta en una nueva muertica,
autoriza de una vez por todas, mi segunda muerte.
Imploro, no te pongas exigente,
simplemente esfúmame
no recicles ningun organo,
toda partícula duele interminablemente a ti,
a savia,
a eternidad.
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