A veces los diabolos se acercan
a ver si besando los ojos encuentran algo propio.
Pasan los ángeles en invierno a morder las palmas vacías,
pasan las olas de octubre
las sirenas malditas reclamando posada,
transitan de aqui para alla en marzo
los amantes abandonados de madrugada,
el tesoro prometido que se espanta tras el humo de otro cigarro...
vertigo, que bajo el sol no duelen las despedidas,
a veces tocan mi castillo de fuego... agregalos a la lista.
La garganta no la toques con tu boca.
vocales vampiras han exprimido la infancia
entre los poros de la piel encontraras murallas
evitate la decepción, no busques latido,
vivo en generación de moneda devuelta con moneda.
Pasa el que se jacta de amo supremo
urga mi lealtad a ver si resucita algo
pero en los nudillos tengo grabada claramente la decepción matutina
a mi no mas contratos temporales,
pase a la ventanilla siguiente si busca que le salven algo.
A veces el alma terca decide levantarse de su celda
hoy, por ejemplo,
va resbalando los dedos por entre las varillas,
silvando himnos de romanticismo a ver quien sirve de presa.
Has sido advertido...
ahora besame la espalda.
así podras seguir amándome,
cuando me vaya.
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