Unos se dejaban encandelillar
evitaban caer deslumbrados
en lagos secretos
por miedo a no tener
preguntas válidas.
Hacían rituales de adoración por temor a ser devorados.
la leían como señal del fin.
"Bruja de Lujuria",
aseguraban desde sus guaridas.
Un niño de ojo negro
dedicaba su tiempo a trazar mapas debajo de las piedras
por si ella un día decidía descender a su cama.
Cuando en busca de la carne y el marfil
los hombres con sus afiladas flechas criticaban,
el niño cerraba su ojo
y con sus cuerdas
aullaba.
Las mujeres y sus pechos inflados
de fertilidad
inventaban oficios para sentirse superiores.
Desgarraban sus dedos en las pieles
no para abrigar
sino para embriagar.
Celosas!
Por que me das la espalda?
Hasta cuando tu aro?
Si, te elegí como tambor.
Por que te escondes?
Después de la guerra
después de la pudrición de los liberados
después de los chillidos de las hembras,
su luz impune.
Inventaron sonidos y significados
el niño fue desaprendiendola.
Aburrido de doler,
un día afilo su flecha como los demás
y certero
apagó el ojo.
La oscuridad siempre trae locura
desquiciamiento
Silencio.
Ahora el q no era niño
solo podía mirar
su fresco recuerdo.
Los que ignoraban iban en manadas
apoderandose del mundo.
pretendiendo civilizarse,
erguidos en ignorancia.
Ganaron?
Voy a hacer el amor,
baja a mirarme.
voy a dejar en ti
la raíz de un sueño.
Me escuchas?
El niño se sentó a acariciarme las pestañas
envidia por pensar que mi búsqueda había sido válida.
le dije, hija de tu diosa, si,
pero mi sangre estaba seca desde el vientre.
Hice un tercer intento de mostrar con mis extremidades
que una luciérnaga bajo tierra no titila.
Nunca hubo equilibrio,
Nunca hubo magia.
Una oración
de esas que requieren sacrificios,
por el
por sus hijos soñadores.
En cuevas de cemento
mujeres gimen,
Celosas.
hombres erguidos
se ahorcan.
Y ella invulnerable
le sigue ardiendo
en el párpado.
Qué mas había en el espejo?
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